Seguimos con las divertidas actividades que tenemos para ti en nuestra Ludoteca Digital, donde nuestras monitoras te ayudan a crear manualidades de lo más espectaculares. En esta ocasión aprenderás cómo hacer un arcoíris casero, con materiales que de seguro tienes a tu disposición en casa.
Lo único que debes saber en esta oportunidad son los colores que conforman el arcoíris, para así reunir los rotuladores adecuados y trabajar sin problemas. ¿No los recuerdas todos? Pues aquí te los mencionamos:
Lila, azul, celeste, verde, amarillo, naranja y rojo.
Ahora que ya sabes todo lo necesario, te invitamos a seguir las instrucciones y completar tu arcoíris casero. Por supuesto, también te dejamos el video tutorial para que así el proceso sea mucho más sencillo de llevar a cabo.
Materiales
- Servilletas de papel
- Tijeras
- Rotuladores de colores
- Recipientes con agua
Pasos a seguir
1.-Cortar las servilletas
El primer paso que deberemos completar será cortar las servilletas en rectángulos. Para conseguir una medida adecuada te recomendamos que cojas el papel de cocina y que lo dobles de manera que queden tres partes iguales.
Una vez hayamos conseguido esto, será momento de coger las tijeras y recortar una de estas tres zonas que han quedado delimitadas en la superficie de la hoja de papel.
2.-Pintar las servilletas
Con la servilleta de papel ya cortada, será momento de buscar nuestros rotuladores y comenzar a pintar los colores del arcoíris. El orden de estos es el mismo que te dejamos al principio de esta guía, así que si lo olvidas siempre puede volver a comprobar la información.
Es importante que dividas imaginariamente el papel en tres zonas, evitando pintar la parte del centro y enfocándote únicamente en las esquinas. Utiliza tu dedo índice para calcular el ancho de cada color y así evitar que se genere un desequilibrio en la presencia de los colores.
3.-Crear tu arcoíris
Finalmente, tendrás que colocar los dos recipientes de agua juntos y utilizar el papel que has pintado como puente entre ambos. Es importante que las zonas que has coloreado entren en contacto con el agua, para que así la tinta se expanda y se genere un efecto muy chulo sobre la zona que no pintaste.
¡Ya tienes tu arcoíris casero! Esperamos que hayas disfrutado esta actividad y que consiguieras un resultado tan bonito como el que se puede encontrar en nuestro video.
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